Publicado el 28 de oct, 2024

Orígenes del Patinaje Chileno: 10 Datos Que Debe Conocer

1. Costumbre inglesa. A ciencia cierta, hacia fines del siglo XIX Inglaterra era la dueña de las rutas marítimas en todo el mundo. Ese monopolio de traslado le permitía a los súbditos de Su Majestad expandir sus negocios en variopintos territorios como Asia, Australia y Sudamérica.

Chile tenía en el puerto de Valparaíso la puerta de entrada de los aires que llegaban desde la isla británica. Convertido en escala obligada para los barcos que se trasladaban desde y hacia el Océano Atlántico –previo paso por el Estrecho de Magallanes- en el llamado Puerto Principal, hacia 1890, se contabilizaban unos 190 mil habitantes de los cuales, aproximadamente, 10 mil eran de origen anglo.

El hecho que el puerto fuera uno de los puntos principales del continente que fomentaba el comercio libre fue la oportunidad para que empresarios británicos se establecieran en aquellos lares.  Con su influencia, la colonia inglesa manejaba las actividades comerciales, industriales y financieras en el puerto.

Pero también comenzó a contagiar a los chilenos de sus costumbres y actividades sociales -como la hora del té a media tarde, naciendo las tradicionales onces- y las recreativas. De esta manera, la afición local va conociendo actividades como el criket, el foot ball y el lawn tennis, entre otras. Y entre esas otras se incluía la asistencia a los clubes de patinaje que había en el sector. eran los terrenos del ex Jardín Abadie que se remodelaron como paseo público siendo rebautizado como Parque Municipal.

2. Entretención juvenil. Las crónicas de aquellos días indican que “por lo menos cuatro veces a la semana se encontraba allí la gente conocida, y los jóvenes iban a patinar en las tardes en la pista de ladrillos de cemento que estaba situada en el Parque, por el lado del Conservatorio de plantas y de una barraca donde ensayaba el orfeón”.

3. Puntos capitalinos. Tal como en Valparaíso, se abrieron en la capital algunos salones de patinaje con el único objetivo de disfrutar de un momento de recreación. Como sucedió en el segundo piso de un edificio en calle Merced –frente al Teatro Santiago- que cobijó, justamente, al Salón de Patinaje Merced. O en el sector de Providencia, donde se levantó el Salón La Cabaña.

4. Contagio nacional. Los cultores de la nueva entretención se expandieron y muy pronto ya se veía a niños y adolescentes, sobre todo, correr con un par de patines en varias calles de los mencionados Valparaíso y Santiago, más otras localidades como Viña del Mar, Quilpué, Quillota, Los Andes, San Felipe, San Bernardo, Peñaflor, Rancagua, Chillán, Concepción, Talcahuano, Lota, Coronel y Puerto Montt.

5. El mito. Se cuenta que en 1935 un grupo de turistas extranjeros que había llegado a Valparaíso se enfrentó a un improvisado conjunto de porteños empuñando sticks utilizados en el hockey sobre césped –una de las principales entretenciones de la colonia británica en el sector- disputando un disco de madera. El escenario de aquel partido fue la Plaza Sotomayor, ya que su suelo era el único liso en medio de los adoquines que abundaban en las calles porteñas.

Las especulaciones iniciales indicarían que esos turistas eran de nacionalidad inglesa. Sin embargo, el hecho de haberse jugado con el mencionado disco y que, tal vez, cada equipo alineó con seis jugadores por lado –detalles que identificaban al roller hockey norteamericano y que forman parte de los primeros tiempos de nuestro hockey- permiten afirmar la hipótesis de que hubo una mezcla de las dos potencias del norte.

6. El primer club. Eso debe haber sido el impulso para que en aquel año un entusiasta aficionado al deporte, Enrique Quinteros, formara el primer club chileno de hockey sobre patines: el Indian’s Club. Institución que se las ingenió para que sus jugadores dispusieran de la implementación -como las perneras para sus porteros, tal vez con ayuda del hockey sobre césped ya que en esos años eran similares- y las chuecas reglamentarias.

7. Los primeros. Todos aquellos empeños derivaron, casi en forma natural, en perfeccionar la organización. Fue en Viña del Mar donde se avizoró tal situación y se formalizó el 17 de septiembre de 1939 con la fundación de la Asociación de Hockey de la Ciudad Jardín.

8. La Federación. Mientras se disputaba, entre los días 18 y 21 de septiembre de 1941, un campeonato –que incluyó la disciplina de carreras- con la participación de equipos de la capital, Valparaíso y Viña en la ya benemérita cancha de la Plaza de la Libertad frente al Palacio de La Moneda, el sábado 19 de septiembre los plenipotenciarios de las tres asociaciones forman la Federación de Patinaje de Chile, fijando como fecha de fundación el día 18. Como primer presidente fue designado el dirigente Armando Villarroel Cristi.

9. Nacional. Entre el 10 y 12 de octubre de 1942, también frente al Palacio de La Moneda, se disputó el primer Campeonato Nacional con representantes de Santiago, Valparaíso y Viña del Mar en las disciplinas de hockey y carreras, más presentaciones de patinaje artístico.

10. Campeones. En hockey, Asociación Santiago se llevó el título en las tres categorías en competencia -Masculino, Femenino e Infantiles-. En carreras, en damas destacó Elena de Castro (Santiago) que se llevó los títulos en los 200 y 400 metros; mientras que en varoines, Jorge Castro (Vakparaíso), en distancias cortas; y Guillermo Pïñeiro (Santiago) en fondo también fueron bicanmpeones. Y en patinaje artístico los campeones fueron María Isabel Bañados (Viña del Mar), Oscar Fernández (Santiago) y la pareja Eliana Abud-Aldo Lembach (Santiago)